20080327

SANTIAGO-NEGREIRA

Camino de Negreira

Rio Tambre

Un pazo

Cruzando el puente
Ponte Maceira


Desde el otro lado

Caminando por la comarca de A Barcala

Sobremesa tras la cena con el grupo de portugueses que conocimos en "Onoso Lar" de Negreira




1 de septiembre, sábado: (Santiago – Negreira)


Nos levantamos tarde porque ayer nos demoramos en ir a dormir. Son las diez de la mañana y nos acompaña Antonio, que hoy se marcha para casa, hasta el Hostal de los Reyes Católicos, desde donde se inicia la prolongación del Camino a Fisterra y Muxia por Rua das Hortas hasta la Robreda de San Lorenzo.

Como los hermanos López, que vienen desde el albergue de San Lázaro, se retrasan y son rápidos caminantes, Paco y yo iniciamos la marcha un poco antes esperando que nos contacten enseguida. Trascurren varias horas hasta que nos alcanzan y vamos alejándonos de Santiago por un trazado semiurbano primero y por aldeas, campo y bosque después. De nuevo mucho asfalto. Almorzamos consistentemente en un bar y retomamos la marcha por carretera. Tras un km en bajada se llega a la aldea de Augapesada que conserva un pequeño puente medieval en desuso, y desde aquí comienza la ascensión del Alto del Mar de Ovellas: ¡Vaya ascensión! 2 km y pico de subida inclinadísima. Tan acentuado es el desnivel, que cada 50 metros más o menos hay un banco para los que precisen descanso durante la subida. En este tramo nos dan alcance Paco y Julián López, llegando juntos a lo alto donde hay una buena fuente de agua potable para reponerse del esfuerzo.

Atravesamos alguna aldea mas degustando las típicas manzanas que algunos lugareños dejan en cestas junto al sendero para uso de los peregrinos, y llegamos a Ponte Maceira, hermoso núcleo medieval de casas y molino restaurado a ambos lados del rio Tambre, comunicadas por un puente gótico de tres arcos, el más importante de este Camino, construido en el s.XIV y nudo de comunicación entre Santiago y las tierras de Finisterre durante siglos.

A partir de aquí comienza la comarca de A Barcala encontrando, por fin, la hermosa vaca gallega que hemos echado de menos hasta ahora. Eso si: vacas igual a moscas, así que manotazo va y viene.

Llegamos a Negreira, población de origen medieval que hay que atravesar completamente para arribar al albergue situado al otro extremo, en las afueras del pueblo. Es pequeño y está lleno, así que nos ubicamos en unas tiendas de campaña tipo militar que hay montadas alrededor del edificio, aunque más tarde hablamos con la hospitalera que nos ofrece la habitación de minusválidos, que tiene cuatro camas y cuarto de baño, si no llega nadie con derecho a utilizarla. También nos indica donde cenar bien por un precio módico: “Onoso Lar”. Tomamos un estupendo bacalao con un buen ribeiro y compartimos sobremesa con un grupo de portugueses divertidos y agradables, buena gente.

Después de la caminata de hoy, la cena y unos cuantos chupitos, apetece irse a descansar. Julián decide quedarse en la tienda de campaña y su sitio en la habitación lo ocupa una joven alemana que esperemos lleve tapones para los oidos si quiere dormir .

1 comentario:

karina dijo...

hola paco,estoy segura de q no t acordas de mi,espero q recibas éste mensaje ya que soy de BS.AS. recordas algo. soo queria saludarte y decirte , que estoy muy feliz de verte tan tan bien, y tan feliz. siempre te recuerdo, y m pone muy bien verte tan igualll!!!! ta mando muchos saludos, t dejo mi mail- nkarina_varela@hotmail.com.
est msj es para francisco calatayud.gracias, besos..